CAP 8
* * *
Heme aquí una vez más frente a este pedazo de papel plasmando mi ahora desnuda alma junto con mis ocultos sentimientos, durante mucho tiempo creí perdida la batalla entre el corazón y la razón, pero ahora al lado de Martin es como si me pasara toda esa seguridad que hacía mucho había dado por perdida,
No sé qué me pasa, no puedo encontrarle una explicación, cada vez que lo tengo cerca todos mis sentidos se nublan, me pierdo en su mirada, me pierdo en su fragancia, me pierdo en sus caricias, sus besos mientras él está allí para llenar el gran agujero que había en mi corazón, si hay algo de lo que puedo tener certeza es que cada persona merece ser “amada”, aun es un término extraño para mí pero así es, no se puede definir a ciencia cierta que es el amor y si fuera así ya tendríamos mil y una definición, solo aquella creencia que se ha ido transmitiendo de diferentes formas en mi caso de los libros de Paulo Coelho en la cual el alma es el complemento en el sentimiento, que se necesitan dos almas que gemelas para que sea así, el cruel juego está en encontrar a la verdadera.
Y allí estaba Martin encajando a la perfección en mi corazón cual si fuera pieza de rompe-cabeza, estos Días estando su lado es de la mejores cosas que me había pasado y lo más intenso que podía haber experimentado en mi corta vida.
Con carisma, su forma de ser y sencillez Martin logro conquistarme, más que eso ganarse mi cariño, Mi Amor (?), se preocupa por mí, se encarga de que este cómoda con todo y no me falte nada, me encanta la forma en que sabe lo que deseo y como puedo llegar a sentirme con una mirada, esa rara conexión como si al besarnos pudiéramos transmitirnos todo, si tan solo pudiera explicarlo en una palabra seria que es algo “Mágico” tanto así que me da miedo que mi imaginación y el destino me jueguen una mala broma para luego encontrarme rodeada por las paredes de de mi habitación que tanto tiempo gastes decorando, tumbada sobre mi cama, aferrada a mi almohada como si fuera mi única esperanza de vida, conteniendo una lagrima pesando que es tan bueno que no existiese manera que pueda ser real, la verdad he sufrido tanto tiempo el mismo se ha encargado que todo parezca fantasía el está aquí, y ahora sé que es real y es la viva representación del hombre que siempre imagine para mí y del que mis padres estaría orgullosos si hubieran llegado a conocerle.
Por ahora no me queda más que expresarme ante ti y tener la ilusión de que algún día alguien pueda entenderme tan bien como tú y tenerme tanta paciencia, no mentiras, pero si eres una muy buena vida de escape cuando me siento acorralada y quiero liberarme y quitarme todo el peso de encima, pero sobre todo seguir soñando.
Jade despertó muy temprano en la mañana con su cabeza y su mente echa un lió aun sin poder aclarar sus pensamientos y aun sufriendo y confundida por su sueño de la noche anterior.
“Hoy es uno de esos días en que desperté,
Y Realmente no lo quería hacer,
anhelaba seguir siendo parte de él.
Mi sueño era tan perfecto.
Lo era por que Estabas tú allí,
Eras mi almohada, donde mi cabeza podía reposar sobre tu pecho,
Mis cabellos caían y con gracia los volvías a acomodar donde no
Estorbaran entonces sin hacerme daño,
Tus brazos me cubrían junto al resto de mi cuerpo,
Me protegías en un abrazo tan fuerte
Pero al mismo tiempo con la suavidad del algodón...
En ese entonces desee que cada una de esas caricias fuera eterna,
En aquella fantasía tu aliento era mi respiración...
Desperté en mi propio sueño, no pude observar tu rosto pero sé que estabas allí,
Me pertenecías, sentía cada palpitar de tu corazón
Y no era una fantasía, era tan real que por un momento me lograste engañar
En ese momento desperté…”
Que tendría jade que hacer ahora luego de su sueño, deseaba hablar con Martín, poder compartir aun mas tiempo con el, se sentía culpable de todos los problemas que el tenia en casa con su familia y su padre molestándolo cada vez mas sobre su futuro nada de lo que hacia le caía en gracia, era un buen muchacho pero por mas que su madre intentara ayudarlo era casi imposible conseguir que ese señor tan testarudo entrara en razón.